Modelo de autoevaluación
La autoevaluación ha sido promovida en la universidad desde su fundación y hoy hace parte de su cultura. El camino ha sido complejo y ha requerido de un largo proceso de maduración; es así como a partir de la acreditación institucional en 2014, se dio un salto cualitativo que se puede resumir en tres grandes apuestas: la primera, que retoma las recomendaciones de los pares académicos de la acreditación institucional, se refiere a garantizar una mayor participación de la comunidad universitaria en los procesos de autoevaluación; la segunda, se enfoca en migrar de ejercicios de evaluación basados en la aplicación de encuestas y la elaboración de informes centralizados en las directivas de los programas y la universidad, hacia el debate académico sobre las oportunidades de mejoramiento de los programas y la universidad; y la tercera, se refiere a una mayor articulación entre los procesos de autoevaluación y planeación de la universidad. “Evaluación y planeación para la coherencia institucional” sintetizan la consigna del nuevo modelo, contexto en el que la autoevaluación se constituye en el insumo por excelencia para la planeación.
Estas apuestas se expresan en el acuerdo 0256 de 2018, del Consejo Superior, documento que define los lineamientos para la autoevaluación en la Universidad CES.